Corremos siempre de un lado para el otro,
pero en realidad ninguno de nosotros tiene claro donde debe ir.
Nos dicen que la vida son dos días,
y al final nunca aprendemos a disfrutarla.
Vamos deprisa, porque pensamos que cuanto más deprisa, mejor.
Que si vamos deprisa, haremos más cosas, pero al final todos sabemos que las haremos rápido y mal. Y toda nuestra trayectoria estará siempre incompleta.
¿ Y por qué siempre preferimos mirar al horizonte y buscar el final de la meta, en vez de disfrutar el camino y perdernos?
Porque en esta vida es necesario perderse, y no hay nada mejor, porque perderse siempre implica encontrarse, ya sea con uno mismo, con otras personas o incluso con algún lugar.
Y eso, eso es la vida, perderse. Llegar y estamparte con todo de golpe, y aprender a valorarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario