Ayer estaba leyendo un poema de Benedetti y entonces descubrí que probablemente sea el autor que más me inspira para preguntarme quien es la persona que soy ahora. Entonces pensé que somos quienes somos por estar donde estamos, por rodearnos de ciertas personas y por tener las cosas que tenemos, ya sean buenas o no tan buenas.
Miré hacia atrás un momento y me di cuenta de todas las cosas que habían cambiado en un año, que ya no era la misma, ni si quiera soy la misma que hace unos meses, que tampoco estoy rodeada de las mismas personas y no me encuentro en el mismo lugar (al menos no mentalmente).
Y una increíble felicidad se apoderó de mi en ese momento, no os podéis imaginar lo que me alegro de no estar anclada a un mundo sin escapatoria, de haber huido de las cosas y las personas que no me llenaban y de querer experimentar cosas nuevas para seguir avanzando.
Porque si hay algo que tengo claro es que no quiero ser la misma persona que era ayer y espero que mañana algo de mi también haya cambiado.