HUIR

 Hablamos de huir pero luego no tenemos el suficiente valor para marcharnos y dejar todo lo  que nos ha convertido en quienes somos ahora.

 Hablamos de huir pero cuando tenemos la maleta preparada solo tenemos ganas de que alguien nos diga que todo es mentira y que podemos volver a llenar los cajones que ahora están vacíos. 

Hablamos de huir, y no hablo solo de lugares, sino de personas, sabiendo que alguien alguna vez fue nuestro hogar. 

Y sabemos que no es fácil abandonar un hogar. 

Hablamos de huir porque aunque era lo que siempre habíamos querido lo veíamos como una posibilidad tan lejana, que no pensábamos que fuese a llegar.

Y ahora ha llegado.

Y tenemos que huir sabiendo que nos falta valor, nos sobran maletas y echamos de menos a personas.

Porque a veces huir no es tan fácil como creemos, porque marcharse de un sitio no significa desaparecer, a la vez que no estar con alguien significa haber olvidado.